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La psicología del nombre

¿Cómo el nombre es enlazado en el contexto del destino individual? ¿Por qué en las comunidades distintas, incluso en los grupos de edad sociales de los niños y los adolescentes, recurren tan a menudo a los apodos? ¿Si no cumplen los nombres y los apodos durante el desarrollo de la persona de la persona la función especial de la defensa psicológica? A algunos de estas preguntas trata de encontrar las respuestas muy graciosas el filósofo conocido inglés y el psicólogo. ¿Ante todo, es necesario prestar la atención a aquel significado especial íntimo, en que propio nombre es identificado consigo y en concordancia con que la pregunta ambigua "Quien mí?" Permite en calidad de la respuesta como называние del nombre, y cierta descripción. Habitualmente el nombre cumple el papel de la descripción. El significado de tal respuesta es ilustrado bien por aquellos sentidos de orgullo, la vergüenza... De que cubre nuestro nombre.

Los antropólogos mucho más detalladamente, que los psicólogos, investigaban los nombres. Son conocidos los datos sobre los sistemas именования, en que el nombre "verdadero" se esconde del recelo que el enemigo de la persona puede hallar el poder sobre él, si conoce su nombre presente - а esto muestra convincentemente aquel grado, en que el nombre de la persona es identificado con él.

Los antropólogos notan que la elección del nombre está determinada en parte por las líneas descriptivas o empíricas del objeto llamado o el individuo y los rasgos del sistema именования. Es importante reconocer y el papel profético del nombre, como si eso fuera el nombre escogido para la persona por los responsables y oficialmente registrado, o el apodo, que influencia puede influir toda la vida.

Los aspectos sociales del nombre

Así, los nombres oficialmente dados, en que elección la persona no es imperioso. Algunas excepciones están determinadas que en los sistemas separados legislativos a la persona le es dada la posibilidad oficialmente de cambiar el nombre por la elección. Así, las mujeres, contrayendo el matrimonio, pueden o aceptar el apellido del marido, o conservar el apellido de soltera. Al fin, en el sistema británico de los títulos nobles la persona, honrado el título, tiene derecho a escoger el nombre según su parecer. En total, sin embargo, saldré de la admisión que el nombre es dado a la persona en el momento del nacimiento o poco tiempo después del nacimiento, y la persona misma de ningún modo o casi no determina de ningún modo, cuál será su nombre. (Otro asunto lo que llamo los apodos, de que se tratará más abajo.)

Fijaré dos medio ambiente básico, que nombre presta a la persona y la persona al nombre. Primero toca la apertura por la persona del nombre. Por cuanto puedo juzgar, no sabe, cuando la persona abre para los nombres, en que orden y como sus instalaciones con relación a estos nombres surgen, se desarrollan y se cambian. Por falta de las investigaciones empíricas es posible permitir que el nombre y el apellido son asimilados por la persona como cierto conocimiento social en el tiempo diferente durante su desarrollo individual. Esto puede ser así, а puede ser y no existe. Pero, habiendo abierto el nombre, la persona llega poco a poco a la comprensión de su importancia.

Comienza tal tiempo, cuando los niños, por que no ha tenido suerte con el nombre, reconocen que su nombre es una marca. Por fuerza de las causas diferentes algunos nombres se hacen absurdos, ridículo, que provocan las burlas. En nuestros días el ejemplo de esta especie - el nombre de Horas, que, por cuanto puedo juzgar de la naturaleza de este fenómeno, se era apropiado por el multiplicador por Uoltom Disneem del caballo torpe, y gracias a la película de dibujos animados popular el nombre mismo se ha convertido en el apodo ofensivo. Además hay unos nombres, que por sí mismos en una medida son ridículos. En mis años de escuela el nombre por Longbottom (literalmente Culón - la nota del traductor) provocaba invariablemente las burlas, como, respectivamente, y su posesor.

Pero el nombre puede actuar la marca y otro. En aquellas sociedades, donde son estigmatizados los ciertos grupos étnicos y los nombres característicos para ellos, el nombre halla por sí mismo el cargamento emocional. Sería incorrecto por falta de empírico dado llevar los ejemplos de esta especie, sin embargo cada lector puede sacarlos de propia experiencia.

Las personas, que sufren de la marca del nombre, lo saben más o menos con éxito llevar. Gracias a los trabajos del psicólogo E.Hoffmann americano a nosotros es conocido, cómo esto los consigue. La pregunta de, por cuanto las reglas, abiertas por Hoffmann, son involucradas en los procesos de la reconciliación con el nombre malsonante, se queda abierto para las investigaciones empíricas.

La sensación dolorosa que surge a la comprensión lo que tu nombre podría ser otra, lleva a lo que el nombre-marca se hace extremadamente desagradable. Hoffmann distingue tres vías diferentes, por medio de que consigue superar el nombre. Los que no corresponde a "la norma", se encuentran a los partidarios apasionados de esta norma. Así en el siglo XIX en América los nombres de lengua extranjera cambiaban en inglés bueno. La persona estigmatizada, sin cambiar el nombre, puede sin cumplidos сторониться de aquella sociedad, en que su nombre se considera la marca. Hay unas razones de creer que esta recepción más con éxito los adultos usan los niños.

Y tercero: el nombre participa en la creación de la opinión de la persona, por eso el cambio del nombre - siempre el ejemplo de la dirección de la impresión hecha. El cambio puede ser insignificante: se cambia sólo la pronunciación, y el nombre pasa de un grupo étnico en otra, o es tocada la etimología de la palabra, y el apellido de Rozenberg se convierte en Montroz. Además, es posible pasar de una parte del nombre a otra, cambiando el modo de la representación de la persona, cuando, por ejemplo, Lizzi se hace Bet. (Con el apodo, claro, es mucho más difícil vencer, ya que se es apropiado por los circunstantes, y la persona sobre él es imperiosa en mucho grados menores.)

Es importante también el efecto, que nos presta el nombre, cuando nos enorgullecemos por ello. En algunas sociedades la influencia positiva del nombre no es casual: los padres tratan de escoger los nombres armoniosos y dignos a sus hijos que aproximan ellos con la persona desctacada, la familia y hasta por el pueblo entero. En muchas familias chinas esta tradición se ha conservado hasta hoy día, а en Inglaterra victoriana había muy a menudo unos nombres de Fejt, Houp y Cheriti (como los rusos - la Fe, Nadezhda, el Amor - la nota del traductor).

La difusión ancha tiene también el fenómeno, acerca de que no es recogido prácticamente los datos sistemáticos, es una aspiración de los adolescentes al cambio del nombre. Claro, el sentido común sopla que el apodo y la autosensación son encuadernados tanto apretadamente, cuanto son separadas, en mi opinión, las personas reales y deseables. El aislamiento que predomina en la autosensación del adolescente, puede ser superado por medio del cambio del nombre por tal, que correspondería en gran medida a la persona deseable.

Hay otro aspecto - la práctica ampliamente difundida de la aceptación de los seudónimos escénicos, cuando la Norma la Ginebra Backer se hace Merilin Monro, а Jerry Dorsi - Engelbertom Hamperdinkom. Probable, hay cierta representación secreta en el círculo del empresario, de qué tipo el nombre corresponde al tipo dado de la persona. Se puede suponer que tal representación culturalmente-es específico y es cambiada con el tiempo. Las investigaciones al cross-country-cultural y la base histórica podrían aclarar, si hay unos principios universales que se manifiestan en los casos dados.

Además de la apertura de propio nombre y su significado providencial, hay también una lectura del nombre por los circunstantes, la comprensión pública de las propiedades personales de uno u otro nombre. El periódico "Sandi Tajms" inglés ha publicado los resultados de propia investigación de los rasgos del sentido social de los ciertos nombres cumplidos en el espíritu chistoso. En ellos eran igualadas cuatro esferas de la Bretaña. Resultó que entre el norte y el sur de Inglaterra hay una distinción en el uso de los nombres victorianos femeninos, por ejemplo, el nombre Ema se encuentra más a menudo en el sur, que en el norte. Sin embargo lo que llama a menudo las distinciones de clase, resulta más importante en la elección del nombre, que el factor geográfico. En aquellas esferas, donde predomina el trabajo manual, el nombre recogen escrupulosamente, en mucho bajo la influencia americana. А en las regiones de Londres, donde viven principalmente los trabajadores calificados, predominan los nombres tradicionales, simples.

Sin duda, los informes periodísticos son imperfectos. Detrás de ellos se esconden los rasgos inexplorados de la experiencia apenas perceptible social, las asociaciones sociales y personales vinculadas a los nombres. Es conocida, por ejemplo, el juego de salón practicado en algunas familias. Consiste para adivinar que por la persona es, lo más probable, el portador del cierto nombre. Resulta a veces que el papel es jugado con la experiencia de los encuentros con las personas llamadas por los mismos nombres, sin embargo soy inclinado a creer que la investigación escrupulosa empírica revelará, lo más probable, cierta cultura de los nombres, en que estas asociaciones se someten a las generalizaciones características para la localidad dada.


El autor: el Ron de Harre - el maestro de la psicología, el filósofo, культуролог, el periodista





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